Los caucus (asambleas) de los partidos Demócrata y Republicano en Iowa pondrán formalmente en marcha mañana el proceso de elecciones primarias para escoger a los candidatos que competirán en noviembre por la Presidencia de Estados Unidos.
Aunque tiene tres retadores, se descuenta que el presidente Donald Trump buscará la reelección, mientras el ex vicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders aparecen con las mejores chances de quedarse con la postulación demócrata.
Por el lado republicano, Trump cuenta con suficiente apoyo popular y una maquinaria electoral muy aceitada -acaso la mejor financiada de la historia-, por lo que nadie duda que será consagrado candidato en la convención partidaria.
Entre los demócratas, Biden y Sanders tienen 25% de intención de voto, seguidos por Pete Buttigieg (21%), Elizabeth Warren (16%) y Amy Klobuchar (5%), según una encuesta de la televisora CBS citada por la agencia de noticias ANSA.
Los caucus de mañana a la noche marcarán la primera cita en cinco meses de votaciones en los 50 estados y demás territorios del país, que culminarán en junio en Puerto Rico, para que luego los partidos proclamen oficialmente a sus candidatos en las convenciones nacionales.
"Keep America great" es el nuevo slogan de la campaña de Trump, un llamado a mantener el status quo: "mantén Estados Unidos Grande". Es una nueva versión del slogan de la campaña anterior, que era "Make America great again": "haz que Estados Unidos sea grande nuevamente".
La convención demócrata se realizará en julio y la republicana, en agosto.
Aunque Trump está muy bien perfilado no solo para obtener la candidatura republicana sino probablemente también la reelección, su campaña está movilizando a miles de voluntarios y organizando numerosos actos.
¿El fin de la era Trump?
Las elecciones presidenciales de noviembre son vistas por muchos votantes, sin importar su afiliación o ideología, como unas de las más importantes de sus vidas.
La presidencia de Trump es en extremo polémica y desde su comienzo, en 2017, agravó las divisiones de un país ya profundamente polarizado.
Todas las campañas de reelección operan como referendos sobre el presidente, pero la de este año genera auténticas pasiones en torno a Trump, positivas y negativas, así como hondas reflexiones sobre qué significarían cuatro años más de un mandatario que dio fuertes y controvertidos giros tanto en política interna como exterior.
El jefe de la Casa Blanca tiene a favor la robusta marcha de una economía que ya venía creciendo desde 2009, motorizada por un alza del consumo y una caída del déficit comercial, y con el desempleo en el menor nivel en medio siglo.
"Keep America great" es el nuevo slogan de la campaña de Trump, un llamado a mantener el status quo: "mantén Estados Unidos Grande". Es una nueva versión del slogan de la campaña anterior, que era "Make America great again": "haz que Estados Unidos sea grande nuevamente".
Campaña singular
La campaña de este año es singular en varios aspectos, como la cantidad de precandidatos demócratas -llegaron a 28, de los que luego desertaron 16-, el creciente papel de pequeños donantes, un calendario apretado de primarias hasta fines de marzo y una elección presidencial que podría definirse en muchos menos estados que de costumbre.
También es la primera vez en la historia de Estados Unidos que un presidente sometido a juicio político buscará su reelección, asumiendo que el Senado absolverá a Trump al final del proceso en curso por abuso de poder y obstrucción del Congreso.
Los resultados en Iowa, en el Medio-Oeste estadounidense, y los de ocho días después en la primaria de New Hampshire, dos estados pequeños y con una población predominantemente blanca, por lo general determinan el resto de la carrera.
Los demócratas que ganaron los últimos cuatro caucus de Iowa -Al Gore en 2000, John Kerry en 2004, Barack Obama en 2008 y Hillary Clinton en 2016- luego disputaron la Presidencia. Desde 1976, solo dos aspirantes que se alzaron con la victoria en Iowa no llegaron a ser el candidato presidencial.
New Hampshire es igualmente importante. Desde 1952, solo tres postulantes de cada partido perdieron en el estado del noreste del país y luego fueron los candidatos. (Télam)